Somos famosos! Nuestra familia salió perfilada en la revista paraguaya Equis Magazine…
Creo que estamos en las páginas 10-15. Aqui va el link:
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Esta es la continuación de la historia de adopción de nuestra hija Zoe. La primera parte la pueden encontrar aquí: Nuestro final feliz, Primera parte. La nota fue originalmente escrita en Mayo 2012, pero quise compartirla con ustedes. Aquí va:
Estábamos boquiabiertos, con ojos de huevo frito. El tiempo se detuvo mientras procesamos las emociones que nos subvenían. Sentimos como si alguien nos hubiera raptado de nuestro día a día y tirado en medio de un futuro que siempre habíamos deseado. Demasiadas cosas en que pensar y ni un segundo que perder pensando! Las próximas semanas podrían convertirse en las mejores y más memorables de nuestras vidas. O, podrían ser las peores. «Nada está definido», nos decíamos entre los dos para mantener una actitud realista.
Acabábamos de regresar de Georgia un domingo por la tarde. Lo primero en la agenda era sentarnos con nuestros vecinos y hablar de lo que necesitábamos comprar/conseguir/preparar. La mamá de Leo se iba a venir ese martes para ayudar a preparar el cuarto de bebe. Teníamos que pintar las paredes, armar la cuna…. emm… no teníamos cuna! Leo y yo teníamos que ir al trabajo y avisar que estaríamos faltando porque estabamos por adoptar. Al principio, pensamos que el bebé podría venir ese mismo martes (en 4 días!). Pero después recibimos la confirmación de que Fiona seria no inducida hasta la tarde del sábado. Ok, eso nos da cinco días! El embarazo mas corto de la historia.
Fue en ese momento que decidimos a lanzarnos de lleno. Podríamos estar emocionadisimos (y lo mas preparados posible) cuando esta niña llegue a nuestras vidas, o nos nos estrellaríamos completamente desilusionados si la madre biológica cambiaba de opinión. A pesar de enfrentar todo con cautela en un primer momento, todo el mundo alrededor nuestro estaba super contento. Nos felicitaban, nos preguntaban cosas sobre el proceso, y nos decían que nos preparemos para noches sin dormir. Nos regalaron dos cunas (una fue a la casa de la abuela), ropas, frazaditas, y muchas cosas mas. Así que ya nos era imposible proteger nuestras emociones en ese momento. Decidimos disfrutar el proceso al máximo y asumir el riesgo. Lo que no nos mata nos hace más fuertes, ¿verdad?
La semana pasó rapidisimamente. Yo ya había renunciado en mi trabajo de todos modos, así que solo tenia que decirles que me iría unos días antes. Mi plan de comenzar a trabajar en un consultorio quedaba muy bien con todo, ya que me podría tomar un par de meses de tiempo y poco a poco construir una base de clientes. Además, las vacaciones de primavera se acercaban y Leo podría quedarse en casa por una semana. A pesar de que Fiona no seria inducida hasta el sábado por la tarde, decidimos salir la noche del viernes y quedarnos a dormir a mitad de camino. A las 8am del sábado sonó mi teléfono. Estábamos a punto de salir cuando la madre de Fiona nos llamo. Fiona ya estaba en el hospital. No estaba segura de qué tan rápido las cosas podrían progresar, asi que nos dijo que viniéramos tan rápido como sea posible. Todavía teníamos 4 horas de viaje! No desayunamos. Tiramos las valijas al coche y tratamos de no pasarnos el limite de velocidad a mas de 9 puntos (que es lo que se “tolera” aquí). La mama de Fiona nos mantenía actualizados del progreso por mensajes. Uno pensaría que estas 4 horas pasarian lentas ya que estábamos tan apurados. Sin embargo, se sentían como 30 minutos. Nuestras mentes estaban volando. No había tiempo ni siquiera para mirar el reloj. Probamos los límites de nuestros cuerpos al no parar para ir al baño (esto se convirtió en una costumbre durante las primeras semanas de vida de Zoe). Llegamos al Hospital. ¡Qué increible sensación! Nuestro bebé naceria en cualquier momento! Cuando llegamos a la habitación de Fiona, nos informaron que todo estaba bien. Ahora sólo teníamos que esperar. Su mamá nos compró una pequeña oveja de peluche para que la tengamos por nuestro cuerpo y así absorvería nuestro aroma corporal. La ovejita la dejaríamos con Zoe en su camita después. ¡Qué hermoso gesto. (La oveja terminó siendo utilizado como un “stressball” … muy útil!) El proceso de dar a luz fue como ocurre a menudo …. pasó una hora… después otra … después otra…
Anocheció y la doctora dijo que no esperaba nada antes de las 12am. Fuimos al hotel para dormir un par de horas (no sé cómo nos las arreglamos para dormir!). Regresamos a la medianoche, pero no había ningún avance. De vuelta al hotel y de regreso al hospital a las 3am. Seguíamos en lo mismo. Un viaje más al hotel y vuelta al hospital. A las 6am la doctora decidió hacer una cesárea. Tomó un tiempo hasta que todo fue arreglado y preparado. Solo nos quedaba esperar… y esperar… y esperar. La pobre Fiona estaba con tanto dolor y necesitaba ya que esto termine. Zoe, este sería un buen momento para que aparecezcas! Finalmente llevaron a Fiona a la sala de operaciones y nosotros a la sala de espera…
Que difícil la espera! Lloramos un poco mas, pero mas que nada camináramos de un lado de la habitación al otro. Dos enfermeras salieron. Les miramos con caras de signo de interrogación. «El bebé caga muy bien!» dijo una. Hmm … así que todo está bien? Después la mamá de Fiona salio corriendo. Nos pidió nuestras cámaras (teléfonos) y corrió de vuelta a la sala de operación… ok … esa debe ser una buena señal!
Después de unos 15 minutos nos llamaron a la habitación. Fue ahi que nos entregaron el bebé más hermoso que jamás haya existido. La mama de Fiona nos estaba filmando. Lloramos. Yo abracé con todo a Fiona y no podía dejar de llorar. Definitivamente ella cambió nuestras vidas para siempre. Parecía sentirse bien. Estábamos todos inundados de emociones! Fue increíble. Nada se podría comparar a esta experiencia.
Y el resto es historia! Zoe no podía cruzar las fronteras estatales con nosotros hasta que recibamos cierta documentación, lo cual tardo dos semanas. Leo tuvo que volver por el trabajo . Su mamá vino a ayudar. Nos quedamos en casa de los padres de Fiona, lo cual también resulto de maravilla. Durante el día Zoe recibía cuidados y cariños de su nueva familia y su familia biológica. Todos se unieron para crear la mejor vida que sabíamos darle. Dos semanas más tarde, Leo voló a Atlanta para buscarnos. Regresamos y Zoe durmió todo el camino, excepto para comer y cuando “llenaba” su panial. Un último momento muy emotivo fue cuando salimos de la casa de la familia biológica. Los vimos despedirse de Zoe, lo cual nos dolio en el corazón. Al mismo tiempo, aquí estábamos… una familia de tres. Más lágrimas. Lo logramos!
Nuestro sueño ya no era un sueño. Cobro vida y ahora tiene nombre: Zoe.
PD: Zoe significa vida.
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Otros blogs relacionados: Se necesita un papá y una mamá? Miremos las evidencias, y lo que escribí cuando Zoe cumplió su primer añito: Un año después… Gracias por leer!
Esta nota no la escribí yo, pero me encanto el resumen de las evidencias que muestran los estudios que se han hecho sobre las familias homoparentales. Todo el articulo esta incluido aquí, pero para ir a la pagina original, ir a:
Como psicóloga he observado bastante ignorancia en cuanto a la homosexualidad, prejuicios y creencias que no tienen fundamento empírico alguno. Una de las creencias que más me ha llamado la atención es que las personas homosexuales no pueden criar hijos.
Quienes defienden esta tesis, tienden a apoyarse en la creencia de que la familia se compone de un hombre y una mujer, que los homosexuales tienen más problemas mentales en comparación con heterosexuales, tenderían a la pedofilia y sus hijos presentarían perturbaciones mentales, desarrollándose más tarde ellos mismos como homosexuales o presentarían trastornos de la identidad de género.
Poco o nada se consigue discutir estos temas sin datos empíricos, pues se termina discutiendo desde ideologías y prejuicios y no desde la evidencia científica. Por lo tanto, he decidido realizar una traducción del documento de la Asociación Americana de Psicología (APA) sobre padres del mismo sexo, que reúne las investigaciones empíricas de los últimos cincuenta años realizadas en países de todos los continentes, que suma más de 1.000 sujetos estudiados. Veamos a continuación, cual es la evidencia empírica que sustenta cada una de las creencias de que padres del mismo sexo no pueden adoptar o tener hijos:
Salud mental de lesbianas y homosexuales
La homosexualidad fue sacada del Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales DSM en el año 1974, luego de tres décadas de investigaciones científicas que demostraron que la homosexualidad, lesbianismo y bisexualismo no tenía como característica pérdida del juicio de realidad, alteración del pensamiento o de las habilidades sociales o vocacionales (APA, 1974) (algunas investigaciones: Gonsiorek, 1991; Hart, Roback, Tittler, Weitz, Waltson & McKee, 1978; Reiss, 1980). La homosexualidad no implica un trastorno psicológico en sí misma pero la discriminación social puede tener como consecuencia depresión, ansiedad y baja autoestima.
Thompson, en el año 1971, comparó a 127 hombres y 84 mujeres de orientación homosexual con 123 hombres y 94 mujeres de orientación heterosexual. Las características psicológicas no mostraron diferencias entre ambos grupos.
Habilidades parentales de homosexuales y lesbianas
Tasker y Golombock (1997), realizaron un estudio en que encontraron que los hijos de parejas del mismo sexo sufren menos síndrome de alienación parental (sindroma que se presenta cuando los padres divorciados “se pelean” por el amor del hijo, causándole culpa) que los hijos de parejas heterosexuales.
Bigner, en 1989, estudió a 33 padres heterosexuales y 33 padres homosexuales a través del inventario de conducta parental de IOWA. Los resultados mostraron que los padres homosexuales eran más atentos a las necesidades de sus hijos y utilizaban más el reforzamiento que el castigo, siendo que los padres heterosexuales utilizaban más el castigo físico. Así mismo, Boss, en el año 2004, comparó a 100 madres heterosexuales con 100 madres lesbianas a través de cuestionarios y diarios de la vida diaria, resultando ambos grupos igualmente competentes.
Comparando más de 256 padres y madres homosexuales con padres y madres heterosexuales, en diferentes estudios (Jhonson & O’ Connor, 2002; Mc Pherson, 1993; Bost et al, 2004, Kwesking & Cook, 1992; Lyons, 1983; Miller, Jacobsen Y Bigner, 1981; Murclow, 1979; Pagelow, 1980; Parks, 1998; Patterson, 2001; Rand, Graham & Rawlings, 1982; Segenthaler & Bigner, 2000; Thompson, Mc Candless & Stickland, 1971) se concluyó que las madres lesbianas muestran la misma capacidad de madres heterosexuales de lograr apegos seguros. Padres homosexuales muestran la misma capacidad de ejercer autoridad y entregar amor a sus hijos que padres heterosexuales.
Género y orientación sexual en hijos de padres del mismo sexo
Golombock en 1983, estudió a 37 niños entre 5 y 17 años de edad hijos de madres lesbianas y 38 hijos de madres heterosexuales, de las mismas edades, a través de cuestionarios y entrevistas. Los resultados arrojaron que no había diferencias entre ambos grupos en su orientación sexual, género y rol de género.
Golombock en 1996 realizó uno de los más grandes estudios en este ámbito, de carácter longitudinal en hijos de madres lesbianas. 25 niños fueron entrevistados a la edad de nueve años y luego a los 24 años. Más del 90% eran heterosexuales. Baely llegó a la misma conclusión en el año 1995, en un estudio con 82 hijos de padres del mismo sexo.
La gran mayoría de estudios en los diversos continentes arrojaron que los hijos de padres del mismo sexo no desarrollaban problemas con su identidad de género, desarrollando el rol de género esperado en cuanto a elección de juguetes y juegos, comportamiento, actividades e intereses vocacionales. (Green, 1978; Mandel, Hotvedt, Gray & Smith, 1986; Smith & Roy, 1981).
Reso, en el año 1979, aplicó el inventario de rol sexual de BEM (BSRI) a 24 adolescentes, mitad hijos de lesbianas y mitad hijos de heterosexuales. Los resultados arrojaron que las hijas de madres lesbianas eran más femeninas que las hijas de madres heterosexuales.
Salud mental de hijos de padres homosexuales y lesbianas
Chan, en el año 1998, realizó una investigación que arrojó como resultado que los niños criados en familias con padres con poco estrés, pocos conflictos entre ellos y más amor conyugal, desarrollaban un perfil psicológico y social más sano, independiente de la orientación sexual de dichos padres. El mismo autor realizó un estudio en 55 familias de lesbianas y 25 familias de heterosexuales que habían concebido a través de donación de esperma. El desarrollo de sus hijos era sano en ambos grupos, sin que la variable orientación sexual o número de padres tuviera una relación estadísticamente significativa, siendo así que el mito de que los niños deben tener un padre y una madre para crecer psicológicamente sanos, no tiene evidencia empírica.
En 1997, Tasker & Golombock, a través de técnicas proyectivas y juegos, concluyeron que los hijos de padres del mismo sexo tienden a ser más preocupados por los niños que consideran más indefensos o más pequeños que ellos, desarrollando mayor empatía que hijos de padres heterosexuales.
Uno de los estudios más grandes fue llevado en el año 2003 por Golombock, en 14.000 madres heterosexuales, lesbianas y madres solteras, a través de cuestionarios y entrevistas aplicadas a las madres, sus hijos y sus profesores. Se concluyó que los hijos de madres lesbianas y madres solteras heterosexuales, son tan bien desarrollados y bien adaptados como los hijos de madres heterosexuales.
Homosexualidad, lesbianismo y pedofilia
En un estudio descriptivo llevado a cabo por Finkelhor & Russell en 1984, se concluyó que la gran mayoría de los abusos sexuales en menores son por parte de hombres heterosexuales que en su gran mayoría, son parientes cercanos a la víctima. No hay sustento empírico para la creencia de que homosexuales y lesbianas tienden mayormente a la pedofilia.
Discriminación en la escuela
Tasker & Golombock, establecieron en el año 1997, que los hijos de padres del mismo sexo pueden ser víctimas de bullyng en la escuela por parte de personas homofóbicas pero que en comparación con el bullyng que reciben los hijos de padres heterosexuales, éste no es mayor. Se estableció a través de diferentes estudios que si se entrenaba a los hijos de padres del mismo sexo en asertividad o recibían apoyo por parte de otras familias conformadas por padres homosexuales o lesbianas, superaban esta discriminación sin que ello les provocara un problema psicológico o social.
Posición oficial de la APA
1: La homosexualidad no es una enfermedad
2: Hombres y mujeres homosexuales tienen las mismas habilidades parentales que los padres heterosexuales, y en algunos casos más habilidades.
3: Los padres del mismo sexo no tienen más tendencia al abuso de menores que los padres de diferente sexo.
4: Los niños hijos de padres del mismo sexo no difieren psicológica ni socialmente de los niños criados por padres heterosexuales.
5: Que la madre o el padre críen a sus hijos con pareja del mismo sexo no afecta al saludable desarrollo de los hijos e inclusive, estudios señalan que la presencia de esta pareja es un factor protector.
Todos los estudios pueden ser descargados desde el sitio oficial de la APA: http://www.apa.org/pi/lgbt/resources/parenting-full.pdf.
Me doy cuenta que la persona que no acepta la homosexualidad como algo natural o bueno quiere que el homosexual sea un degenerado para poder seguir creyendo lo mismo que se le enseñó y no tener que considerar que quizás sus creencias no sean del todo correctas. El temor a que uno tenga que cambiar una creencia tan fundamental da luz a un mayor temor, que es que quizás uno deba dudar de otras creencias. Y más todavía, que todo un sistema de vida pueda derrumbarse con solo cambiar un punto pequeño. Una casa construida de cartas, donde un vientito puede derrumbarlo todo. El constructor debe cuidar esa casita con todas sus fuerzas. Cualquier amenaza debe ser eliminada inmediatamente.
Para muchos, la creencia de que la homosexualidad es mala es una creencia que nunca pensaron que cambiaría. Nunca la pusieron en duda. Por un lado, nunca fueron confrontados con ella. Veían al homosexual como un degenerado abusador de niños y, como nunca conocieron a alguien abiertamente gay, no tuvieron que ajustar esa imagen a la realidad. Por otro lado, fueron enseñados por la iglesia que la Biblia dice que ser homosexual es pecado. Y como Dios lo dice, no hay que cuestionarlo. Asumieron que «la Biblia es clara al respecto», sin embargo como nunca lo cuestionaron no se dieron cuenta del trasfondo de esos pocos versículos. Redujeron a la homosexualidad a un acto sexual. Y ahora, de repente se ven confrontados a interactuar con una familia constituida por dos padres del mismo sexo. Si tan sólo esa familia sería una unidad disfuncional, no sería una amenaza tan grande. Pero al ver un hogar lleno de amor y aceptación, donde los hijos son criados de manera idéntica a un hogar saludable heterosexual, la persona se siente amenazada y decide no aceptar esa información. Pretende no reconocerlo para que la casa de cartas pueda permanecer intacta.
Los estudios científicos que demuestran que los homosexuales y las lesbianas tienen diferencias físicas y biológicas a sus compañeros heterosexuales, que se desarrollan antes del nacimiento, también son una amenaza. Si la homosexualidad es algo con que se nace, entonces…. Podría ser que una vida honesta y abierta es la mejor opción para el homosexual? Si el cambio no es posible, podría ser que una vida productiva en la sociedad, sea con una familia, en pareja o soltero, sea algo bueno? No, no, no. Todos esos estudios deben ser erróneos! Un esfuerzo más de los activistas para hacernos creer que pueden aportar algo bueno a esta sociedad por medio de la aceptación de su naturaleza pecaminosa. Y así, sin fundamento, la persona decide simplemente no creer la evidencia y afirmarse más en su creencia personal. Algunos dicen que Dios puede cambiar la orientación sexual. Pero se niegan una vez mas a contemplar la evidencia. El mayor ministerio cristiano “anti-gay” de los EEUU, Exodus International, ahora afirmó que un cambio en la orientación sexual es muy infrecuente. Inclusive advierten a los participantes del ministerio a reducir sus expectativas, ya que en muchos años no han podido ver cambios permanentes, a pesar de la fe muy firme de los involucrados.
Por el otro lado, es difícil creer en algo que nunca se vio o experimentó. Y por eso, creo que en Paraguay es difícil para muchos entender que una familia puede estar completa sin una mamá o un papá. Los ejemplos que tienen de familias que no tienen un padre o madre son ejemplos de padres ausentes, que deberían ser parte de la familia pero no lo son. Además, ven los estereotipos heterosexuales y asumen que la presencia del género masculino y femenino deben estar presentes para formar un equilibrio. Y ahora aparece una familia con dos papas. ¡O no! ¡Pobre niño que crece sin mamá! ¿Quién le dará el amor tierno que sólo una madre puede dar? ¿Quien le enseñara a tratar con mujeres? Y una vez más, la imagen de esta familia está incompleta porque el espectador se está imaginando a dos hombres heterosexuales criando a un bebe. Sin embargo se ha demostrado que en un hogar de padres del mismo sexo, los roles son diferentes a lo tradicional y al final la energía masculina y femenina aparece en diferente forma pero en un buen equilibrio.
Toma tiempo abrir las mentes a lo desconocido. Y toma tiempo para estas personas observar a una familia homoparental y deducir que es igualmente buena que una familia con papá y mamá. Inclusive las personas más abiertas a algo diferente necesitan un tiempo para observar y tomar sus conclusiones.
Los que más me asombran son los que 1) saben que médicamente y psicológicamente ya se descartó a la homosexualidad como una enfermedad, 2) ven a sus amigos homosexuales y saben que son perfectamente felices y completos así como son, 3) ven a la familia homoparental y notan a los hijos sin diferencias a otros niños, e IGUAL, a pesar de todo eso están en contra, simplemente porque NO ESTA BIEN.
Sin argumento y con el corazón endurecido prefieren creer lo que se les enseñó a pesar del dolor que esto pueda causar no sólo a las parejas homosexuales, sino a sus hijos que ven a sus padres con menos derechos que ellos mismos. Inventan pretextos para sentirse mejor, diciendo que son «pro-familia». Plantan temor en otros, predicando que el matrimonio homosexual es una amenaza para la raza humana. Sostienen que luchan por lo que Dios les enseña. Y quien puede discutir en contra de Dios?
El problema está en que esa fue la misma justificación para mantener la esclavitud, negar derechos a las mujeres, y hasta luchar contra la enseñanza de que la tierra es redonda. La música clásica fue criticada por la iglesia porque era muy moderna. La música rock atraía al demonio. La concepción in-vitro solía ser denominada «jugar a ser Dios». Las mujeres en pantalones eran herejes. Los hombres con pelo largo se revelaban contra el orden divino. Y si, la Biblia puede ser usada para justificar todos esos puntos. Sin embargo, la mayoría de las personas hoy en día creen en que la tierra es redonda, se relajan con música clásica, acuden a doctores de fertilidad, y están de acuerdo con que las mujeres usen pantalones y los hombres tengan el pelo largo.
Pero, ¿una familia homoparental llena de amor y aceptación? ¡No! Desgracia total.
Lo positivo a rescatar es que las mentes y actitudes están cambiando. Hoy en día tenemos hombres y mujeres adultos que fueron criados por dos papás o dos mamás. Ya hay suficientes familias homoparentales para estudiarlas y compararlas al resto. Entre algunas conclusiones están que estos niños a menudo son mas compasivos con otros. Personas que tuvieron que superar sufrimiento generalmente son mas fuertes, determinados y pacientes que otros mas privilegiados. Estos son los padres gays y lesbianas. Gente que tuvo que luchar en contra de toda una sociedad para vivir una vida honesta. Gente que se levanto muchas veces y siguió adelante a pesar del rechazo de padres, hermanos, iglesias y comunidades. Estos son los padres que están determinados a dar amor, seguridad y total aceptación a sus hijos. Y estos son los hijos que están demostrando un nivel a veces superior en áreas de inteligencia y estabilidad emocional.
La mente cerrada de los que no quieren aceptar y se refugian en su fe o en “lo que siempre fue de cierta manera” al final solo fortalece a estas familias. No estoy a favor del rechazo y no lo deseo a nadie. Creo que hay mejores maneras de crecer emocionalmente. Pero acepto la realidad y me sobrepongo a los corazones endurecidos de los que me niegan lo que ellos mismos nunca se cuestionaron.
Por mi parte, me motiva que a pesar de todos los obstáculos que se nos presentan, lucharemos para que nuestra hija reciba todo el amor, fortaleza y compasión que luego ella podrá dar a los que más lo necesitan.
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Podés leer un resumen de estudios cientificos con respecto a hijos de padres homosexuales aquí: Se necesita un papá y una mamá? Miremos las evidencias)
También escribí otra reflexión sobre mis experiencias personas con la homofobia, titulada Heridas y cicatrices.